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Todos tenemos problemas en ventas. En ocasiones podemos tener un buen margen vendiendo, pero siempre queda la incertidumbre de cómo serán las ventas el día de mañana.
Santiago Torre cuenta con más de 30 años de experiencia profesional, catorce de ellos como coach de negocios y formador de ventas. También es embajador y profesor de EDVE, Escuela de ventas y autor de varios libros sobre ventas y liderazgo. En la cuarta edición del Digital Sales Summit nos habló sobre la mentalidad, los fundamentos y las técnicas para vender mejor.
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Santiago Torre comenzó con una reflexión, comparando a los vendedores con la tierra. Lo más importante es lo que compone su interior, el núcleo. En él, el vendedor debe tener mentalidad, propósito y autogestión, aspectos que trabajar día a día. Por encima del núcleo, están los fundamentos para vender el producto o servicio concretos. Por último, las técnicas específicas para cada ser humano, sean relativas al producto, el mercado, la empresa o el cliente.
Muchas veces ponemos el foco en las técnicas, pero se debe vender desde adentro hacia afuera. Uno debe ser consciente y saber que todo empieza en la mentalidad.
1. Actitud positiva
El cliente prefiere estar con alguien alegre que cenizo. Esto se refleja en una sonrisa, en la amabilidad y en buscar el lado positivo de las personas y las situaciones. Todo es parte del optimismo inteligente: Tú, como vendedor, confías en que todo va a salir; pero está en tus manos que sea así.
2. Voluntad trabajadora
Todo está en la disciplina y el autocontrol. Por tanto, si estás en situaciones poco deseables o que no te apetecen, debes tener autocontrol y disciplina para sobrellevarlas. Esto ayudará a tu mente a facilitar la fuerza interior, la cual nos sirve para vender mejor. También, al tener voluntad trabajadora, se controla mejor el estado de ánimo, cambiándolo para estar positivo y optimista delante del cliente.
3. Ser un eterno aprendiz
No es lo mismo vender en los años 80 que ahora. Debido a esto, hay que estar en permanente proceso de aprendizaje.
4. Optimismo inteligente
5. Estado de ánimo controlado
6. Mejora continua
Hay que buscar siempre la mejora continua, la cual se logra siguiendo estas cuatro fases: Planificar, ejecutar, controlar y ajustar.
Además de la mentalidad, está el propósito, el porqué haces las cosas que haces.
Hazte esta pregunta, ¿realmente los valores de la empresa y los tuyos están alineados? Si la respuesta es no, vas a tener conflictos, debido a que los valores de tu empresa no van a estar alineados con lo que a ti te motivan a hacer las cosas. Por tanto, la motivación no es tener ganas, sino motivos para seguir creciendo.
Dentro del propósito, hay objetivos de largo plazo, es decir, en donde quiero estar dentro de 5 o 10 años. Luego, los objetivos de corto plazo, que son donde quiero estar dentro de 2 o 4 meses y, por último, lo que uno va haciendo en el día a día.
Si uno tiene claro qué hacer cada día, todo empieza a cobrar sentido, debido a que el propósito comienza a estar enlazado con las acciones y la mentalidad. Te permite ser mejor profesional a medio plazo, lo cual ayuda a vender mejor. En caso contrario, estarás todo el día corriendo, consiguiendo pocos resultados y la gestión de tu actividad será bastante pobre.
Prácticamente todos los vendedores vivimos en el área de la matriz urgente-importante. Esto se debe a que la actividad de los vendedores es muy difícil de autogestionar y el tiempo depende siempre de terceros, ya sean clientes, jefes o compañeros.
Por lo que, tenemos que aprender a autogestionarnos, saber cuáles son nuestras prioridades y nuestras actividades fundamentales. Tenemos que estar por delante de los posibles clientes actuales, preparar ofertas comerciales y formarnos, entre otras cosas. Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo a cada una de las actividades del día a día y hay que hacerlo cuando no sea urgente debido a que, si se va dejando para el final, uno va a estar corriendo todo el día.
“Tienes que trabajar muchísimo el causar una primera impresión. A eso se le llama profesionalidad”
Santiago Torre
“Yo solo puedo saber lo que el cliente desconoce preguntando”
Santiago Torre
Para cerrar su sesión, Santiago Torre señaló: “La clave está en la mentalidad, el propósito, la autogestión y en los fundamentos. No existen las técnicas, estas son fundamentalmente conocimiento del producto y el mercado. Esto te lo da el tiempo, la experiencia y las ganas de trabajar. Si tienes clara tu mentalidad y fundamentos, vas a ser capaz de crear tus propias técnicas”.